Mónica:
Te dejo esta nota porque
no lo puedo soportar más. Aunque hablamos de llevar esta carga
juntos me faltan fuerzas para afrontarlo.
El ansia me consume con
lentitud. Hoy he acabado con las pocas ratas que se habían colado en
el refugio. Al partir el cuello de la última alimaña he
comprendido que esta no es manera de sobrevivir, sorber una sangre de
tan escasa vigorosidad es una solución temporal frente a la condena
de la eterna espera.
¡Estoy desesperado!
Escucho cada vez más a la bestia interior susurrarme al oído que
rompa sus cadenas. La sed es fuerte, está apoderándose de mí. Sé
que lo desaprobarás, voy a probar suerte mezclándome con los
mortales para alimentarme de ellos ocasionalmente, no compensará la
falta de humanidad que poseo pero quizás sea la mejor oportunidad de
mantener mis instintos bajo control. Tengo miedo de ceder y
liberarle.
No intentes buscarme. Te
irá mejor.
Siempre tuyo,
Martín
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